BIOLOGIA
Espíritus en los pecios

Las morenas son unos peces a veces tímidos y otras veces muy agresivos que se esconden en las cavidades de rocas, cuevas y pecios. En la antigüedad se creía que eran los espíritus de los marineros muertos que guardaban celosos los restos de un naufragio.
La morena (Muraena helena) es conocida en todo el Mediterráneo como un enigmático pez con forma de serpiente parda con motas amarillas que se cobija en pecios y oquedades rocosas y que suele ser bastante agresiva, sobretodo si se la incordia. Aunque prefiera las aguas templadas y calidas su distribución comprende desde el sur de las Islas Británicas a Senegal, incluyendo el Mediterráneo, las Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde. Su cuerpo es parecido al de una enorme anguila, fuerte y algo comprimido en los flancos, sobretodo en su cola. Su cabeza es corta, maciza, con perfil convexo. Su boca, que muestra unos terribles dientes largos y tiene la maxila superior más larga, es capaz de arrancar el dedo de un buceador si comete una imprudencia. Su mordedura es muy peligrosa y una vez que ha atrapado una presa no la suelta. Precisamente por su agresividad no ha sido objeto de pesca y carece de valor comercial, aunque algunos pescasub la capturan como trofeo. Aunque se muestra tímida a nuestra presencia y se suele esconder si le deslumbramos con nuestros focos, defenderá su territorio y su integridad si se siente atacada. También las hay que están prácticamente domesticadas y comen de la mano de los buzos.
En su cabeza suele mostrar cicatrices causadas por las rozaduras de las rocas cuando para esconderse tiene que forzar su entrada en una cavidad. Su piel, lisa y gruesa, no posee escamas y no tiene aletas pectorales ni ventrales, fundiéndose la dorsal con la caudal y la anal. Sus orificios nasales son tubulares y bien visibles.
El moreno, murión o morena parda (Gymnothorax unicolor) posee un solo orificio nasal y la morena posee dos. Esta especie, que está mucho menos extendida, no posee manchas amarillas o blancas y su cara es más corta que la morena común. El moreno o murión puede alcanzar 80 cm.
Mientras que la morena común puede llegar a los 150 cm. Estas criaturas viven normalmente solas, aunque han podido ser observadas en parejas, en profundidades comprendidas entre los 10 y 80 m.
Se alimentan de moluscos, peces y crustáceos y suele salir a cazar en el atardecer. Es una especie dioica con una fase larvaria compleja. Se reproduce en el verano en la zona rocosa cercana a la costa realizando la puesta entre los meses de Julio y Septiembre. Los huevos son pelágicos y miden aproximadamente 5 mm. De ellos nacen unas larvas que tardan entre 2 y 3 años en ser adultas. En invierno, la morena vuelve a aguas más profundas tras haber completado su ciclo reproductor.
A pesar de ser mucho menos frecuentes que en el Mediterráneo también se han visto algunas morenas en el Cantábrico, donde son consideradas especies amenazadas.
 
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