Su
nombre científico es Scorpaena scrofa y pertenece a una familia,
la de los peces escorpión, que comparten cabezas muy grandes,
en proporción al resto del cuerpo, con una depresión
occipital no muy marcada pero evidente. Las espinas cefálicas
son abundantes y forman parte del mecanismo defensivo que completa
con un formidable mimetismo de su piel que, en algunas especies
como el escorpión africano (Scorpaena laevis) o el rascacio
negro (Scorpaena plumieri), llega a imitar la rugosidad la roca,
y con sus aguijones venenosos, que ha dado nombre a la familia.
Las primeras espinas de la dorsal se encuentran conectadas a glándulas
venenosas, y la picadura es muy dolorosa. Las espinas continúan
siendo venenosas incluso cuando el pez ha muerto. Bajo sus mandíbulas
se divisan expansiones carnosas y tiene dos apéndices pequeños
en los orificios nasales. Sus ojos son ovalados y grandes, quizás
el único elemento que los delata en el fondo. El cabracho
tiene un color rojizo con tonalidades marrones, rosadas y anaranjadas,
con una mancha negra en los radios de su aleta dorsal. Suelen medir
unos 30-50 cm. de longitud. Es una especie bentónica de fondos
rocosos o fangosos que vive a diferentes cotas de profundidad, entre
los -15 y -350 m. Por lo general es un animal que vive solitario,
aunque podamos encontrarlos agrupados compartiendo refugio. Durante
los meses de invierno y primavera es muy difícil encontrarlo
en aguas poco profundas. Es un animal mimético que cambia
su tonalidad según el fondo donde se encuentra permaneciendo
inmóvil sobre el fondo. Al verse amenazado da un coletazo
y cambia de lugar rápidamente para quedarse inmóvil
nuevamente. Su alimentación básica son crustáceos
y peces que caza al acecho, permaneciendo inmóvil y camuflado,
absorbiendo fulminantemente a la presa que pasa a su lado sin percatarse
de su presencia.
Familiares roqueros
La familia de los peces escorpión es muy variada.
El Poyo (S. maderensis), de unos 10 cm., es muy común en
Madeira y las Canarias puede cambiar mucho de color, incluso optar
por el blanco si se encuentra en rocas sin vegetación. Tiene
unas pequeñas solapas de piel blanca que cuelgan de la mandíbula
inferior.
El Pez Escorpión Africano (S. laevis), de unos 30 cm., es
predominantemente marrón con una mancha negra en el centro
de la primera aleta dorsal, y es común desde Mauritania hasta
el Congo, y en Cabo Verde, Madeira y Canarias. El Pez Escorpión
Enano, de unos 10 cm, es común en el Mediterráneo
Occidental y desde el Golfo de Vizcaya hasta Mauritania. Vive en
fondos blandos y se alimenta de cangrejos. El Escorpora (S. notata),
de unos 15 cm., destaca por unos tentáculos supraorbitales
cortos. Estos mismos tentáculos son más largos en
el Rascacio (S. porcus), que también tiene más talla,
unos 20 cm. El Rascacio Negro(S. plumieri), de unos 40 cm., es el
más grande de la familia, que dicen tiene un sabor parecido
al del pollo. Si se le molesta muestra las características
manchas blancas sobre fondo oscuro-negro de las axilas pectorales.
El Pez Escorpión de Santa Elena (S. mellissi), de unos 20
cm., es una especie endémica de esa isla, y el Pez Escorpión
de la Isla (S. insularis), de unos 10 cm., sólo se encentra
en Santa Elena, Ascensión y Rocas de Sant Paul. El Sebastes
Menor (S. viviparus), de unos 30 cm., es el más especial
de toda la familia. Vive en el norte de Noruega y sur de Islandia
y también en las Islas Británicas. Emigra en bancos,
es vivíparo y los huevos eclosionan dentro de la madre.
Así que ya sabes: ¡cuidado con esa roca, que te está
mirando!
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