ssss
sss

BIOLOGIA
Los misterios del tiburón peregrino

TEXTO: Mª. Victoria Bengoa Ruigómez
Dra. Biología

El mar siempre ha atraído la fascinación del hombre. Sobretodo sus misterios y las enigmáticas criaturas que habitan sus profundidades. Desde la antigüedad los marinos han contado historias sobre serpientes de mar, enormes animales habitantes de los océanos que incluso aparecen representados en muchas herramientas de la Edad del Bronce. Una de las primeras descripciones científicas de estos animales se debe a Erik Ludvigsen que en 1752 publicó su "Historia Natural de Noruega". En 1808 apareció en las costas de Stonsay, una isla escocesa, el cadáver de un extraño animal de más de 16 metros de longitud, que fue denominado “la bestia de Stronsay”. Este extraño animal tenía forma de serpiente con una pequeña cabeza y un largísimo cuello, tres pares de patas y pelo gris en su espalda. Mucho más recientemente, en 1974, un pesquero japonés capturó en aguas de Nueva Zelanda el cadáver de otro inmenso animal de características similares y denominado Zuiyõ Maru. Tras fotografiar al animal, el capitán decidió devolverlo al mar para evitar contaminar sus otras capturas. Muchas son las hipótesis sobre este animal, entre las que destacan la de serpientes marinas gigantescas o un superviviente de los dinosaurios, pero la explicación más plausible según la mayoría de los científicos es que se trata de un cadáver de un tiburón peregrino en descomposición.

El tiburón peregrino, Cetorhinus maximus, es el segundo pez más grande del mundo tras el tiburón ballena, y puede alcanzar los 12 metros de longitud y las 7 toneladas de peso. Pertenece a la clase Chondrichthyes o peces cartilaginosos, al orden Lamniformes, donde también se clasifican a tiburones como el tiburón blanco, marrajos, el tiburón cocodrilo o el mako, pero al contrario que éstos, el tiburón peregrino es planctívoro y totalmente inofensivo para el hombre. Fue descrito para la ciencia por primera vez en 1765 por el noruego Johan Ernst Gunnerus. Se caracterizan por su cola en forma de media luna, su enorme boca, su nariz puntiaguda y sus cinco aperturas branquiales que casi le rodean la cabeza. Su coloración es muy variable aunque normalmente dorsalmente presentan un color marrón oscuro o negro azulado y un vientre de color gris blanquecino. Estos tiburones poseen un gran hígado que constituye el 25% de peso total del animal, muy rico en grasas, que posee un papel esencial tanto en su flotabilidad como en su almacenamiento de energía.

Disfraz de monstruo
Cuando estos grandes tiburones se descomponen la totalidad de sus estructuras branquiales desaparece, dejando atrás un “pequeña cabeza seguida de un gran cuello”. Además su aleta dorsal también desaparece dejando atrás las espinas con apariencia de “pelo gris en su espalda”. La parte inferior de la cola, que carece de columna, también desaparece dejando una cola en forma de serpiente. Asimismo las aletas pectorales y pélvicas y el órgano reproductor masculino pierden su forma apareciendo, con un poco de imaginación, como “tres pares de patas”. Así, y según muchos especialistas, aparecen los monstruos marinos, las enormes serpientes marinas.

Boca de un metro
El tiburón peregrino es un animal pelágico que suele acercarse a menudo a la costa en busca de alimento, el plancton. Se encuentra en aguas templadas de todo el mundo (8-14ºC), principalmente en las plataformas continentales. Busca su alimento en las grandes concentraciones de plancton que crecen en estas áreas, siendo frecuente observarlo en la superficie nadando lentamente con su gran boca abierta. Normalmente nadan a una velocidad de 2,5 a 4 mph, aunque puede alcanzar velocidades superiores ya que se le ha visto saltar completamente fuera del agua. La razón de estos saltos es un misterio aunque se piensa que puede ser para librarse de parásitos que habiten en su piel. Pero el gasto energético de estos saltos es enorme y este método desparasitador no es muy eficaz, por ello ha surgido otra teoría para explicarlos y los relaciona con comportamientos sociales o de cortejo. El tiburón peregrino, como los otros dos tiburones gigantes, el tiburón ballena y el tiburón boquiancho, se alimenta de plancton, pero al contrario de éstos que son capaces de impulsar el paso de agua a través de su boca, el peregrino es un filtrador pasivo, siendo capaz de filtrar más de 2000 toneladas de agua por hora mientras nada lentamente por la superficie con su enorme boca abierta, boca que puede abrir más de 1 metro. El alimento se queda atrapado en unas estructuras especiales en forma de rastrillo en sus arcos branquiales, tragándolos más tarde hacia su estomago. Aún así parece ser capaz de localizar grandes concentraciones de plancton a más de 500 km de distancia y dirigirse hacia el lugar.

Gran buceador
Otro de los grandes misterios que envuelve a este animal ha sido despejado recientemente por investigadores de la Universidad de Massachussets. Estos tiburones suelen ser vistos nadando en la superficie del mar en verano, pero muy raramente en invierno. Por ello se pensaba que estos animales invernaban a grandes profundidades en invierno, época de escasa concentración de plancton en los mares, teoría apoyada por su peso, que es inferior a principios de primavera. Además se pensaba que renovaba sus estructuras branquiales con las que filtra su alimento en invierno, impidiendo así su alimentación. El estudio de las poblaciones de las costas atlánticas de USA y Canadá utilizando marcajes especiales y seguimiento por satélite, han demostrado que estos animales viajan hasta las Bahamas y el Caribe llegando incluso hasta las costas de América del Sur, nadando generalmente a profundidades que varían de 200 a 1000 metros durante semanas o meses, alimentándose de plancton mesopelágico. Estas migraciones, además de por el descenso de las concentraciones de plancton en latitudes más altas, parece estar unido a actividades reproductivas. Hasta el presente solo se ha capturado una hembra embarazada y ninguna cría, por lo que se cree que la población de esta especie esta muy segregada y las hembras embarazadas y sus crías habitan lugares de difícil acceso para el ser humano, como son las grandes profundidades. Se cree que las hembras pasan el verano alimentándose en las plataformas continentales para dirigirse a las grandes profundidades tropicales que ofrece unas condiciones estables para pasar el embarazo y la alimentación de las crías. Se cree que el apareamiento tiene lugar a principios de verano y el parto a finales de verano. Tampoco se conoce la duración exacta de la gestación pero se cree que es de unos 3 años, aunque recientes teorías apuntan a 14 meses. Los tiburones peregrino son ovovivíparos y los fetos se alimentan de huevos no fecundados presentes en el ovario derecho de la hembra, el único funcional. Al nacer se piensa que las crías miden 1,5-2 metros. Los individuos más pequeños capturados hasta el momento medían unos 3m. La llegada al periodo de madurez no se conoce pero se cree que es alcanzada entre los 12-16 años de edad a los 5 m en el macho y a los 20 años en las hembras, con unos 8-10 metros de longitud. Su esperanza de vida es de unos 50 años.

Perseguido por su hígado
A pesar de carecer casi completamente de enemigos natrales, a excepción del tiburón blanco, el tiburón peregrino se ha encontrado en el punto de mira del ser humano. Cetorhinus maximus ha sido perseguido duramente por su hígado rico en aceites, vitamina A y en escualeno, un hidrato de carbono de baja densidad. Además el hígado es utilizado como lubrificante de maquinaria, como afrodisíaco en Japón y como base para cosméticos. Asimismo su aleta dorsal es muy apreciada para la sopa de aleta de tiburón en los mercados asiáticos donde alcanzan precios astronómicos, pudiendo alcanzar un precio superior a los 10.000 $. Las poblaciones de tiburón peregrino declinaron seriamente como resultado directo de su pesca para conseguir su hígado durante los años 1941-47 y a la política de erradicación total llevada por el gobierno de Canadá en los años 50 para salvaguardar el salmón. Sin embargo en la actualidad el gobierno canadiense está realizando grandes esfuerzos para la protección y recuperación de la población del tiburón peregrino. Así que debido a la presión ejercida por el hombre sobre esta especie unido a las características reproductivas de este animal, como son su larga gestación, su tardía maduración y su baja fecundidad, han provocado el decline de su población que difícilmente se recobrará. Se estima que solamente quedan unos 10.000 individuos en todo el planeta. En la actualidad se encuentra en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN como especie vulnerable en todo el globo y como especie en peligro en el Atlántico Norte y el Pacífico Norte.

 
 
Copyright (c) 2001 BUCEO XXI - S.G.I. Asociados - Todos los derechos reservados