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BIOLOGIA
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Las
inmortales Turritopsis |
TEXTO:
Mª Victoria Bengoa Ruigómez
(Getxo Aquarium; Nakusarbe)
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Desde
siempre el hombre ha querido ser inmortal y ha buscado inagotablemente
la fuente de la juventud. En la naturaleza hay casos de longevidad
increíble. En 2006 murió con 176 años una
tortuga de las islas Galápagos (Geochelone nigra) que fue
capturada por el propio Darwin en su famoso viaje en el Beagle
alrededor del mundo. Pero parece que el animal más longevo
del que se tiene noticias es una almeja (Arctica islandica) encontrada
en los mares del norte de Europa, en Islandia, con más
de 400 años de edad, aunque se cree que existen individuos
de esta misma especie de más edad. Otros animales longevos
son el erizo rojo (Strongylocentrotus franciscanus), que puede
vivir entre 150 y 200 años, o el esturión (Acipenser
spp.) que puede alcanzar los 100 años. Pero mucho más
longevos son los vegetales. Destacan las secuoyas gigantes (Sequoia
sempervirens y Sequoiadendron giganteum), que con sus más
de 4000 años ya eran ancianas cuando los primeros blancos
llegaron a América, o el drago canario (Dracaena draco),
cuyo espécimen en Icod de los Vinos (Tenerife) cuenta con
más de 1000 años. Pero hasta este momento los científicos
no habían encontrado ningún animal realmente inmortal,
como parece ser el caso de la medusa Turritopsis dohrnii, una
medusa que es capaz de volver a su niñez y la que parece
no sufrir muerte natural. Y, por si fuera poco, se está
extendiendo silenciosamente por todo el planeta ¿deberíamos
preocuparnos?
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La medusa Turritopsis dohrnii es un cnidario perteneciente a la
clase Hydrozoa. Los cnidarios forman un grupo de gran éxito
evolutivo, cuyos restos más antiguos datan de hace más
de 370 millones de años. Poseen más de 9000 especies,
entre los que destacan los corales, las anémonas y las medusas.
En general son animales en forma de saco, con simetría radial
y con una sola abertura al exterior. Su principal característica
son unas células denominadas cnidos, unas armas muy potentes
formadas por una cápsula en cuyo interior hay un largo tubo
filamentoso urticante muchas veces provisto de estiletes, de tal
manera que cuando la presa roza el cilio de estas células,
el tubo salta y se clava en el cuerpo de su presa liberando el veneno
en su interior.
Ciclo
vital
Los Hidrozoos son cnidarios cuyo ciclo vital en general presenta
los dos estadios típicos de este filo, una fase planctónica,
la medusa y otra bentónica, los pólipos. Su ciclo
típico comienza con un óvulo fecundado que da lugar
a una larva plánula. Esta larva plánula libre se dirige
al fondo y se transforma en el estadio sedentario de pólipo.
Los pólipos de los hidroizoos pueden ser solitarios o coloniales,
de menos de
2 mm. Se pueden reproducir asexualmente por bipartición.
Mediante gemación surge el otro estadío, la medusa,
planctónica y libre. Éstas se reproduce sexualmente,
formando gónadas normalmente epidérmicas, de las que
surgen huevos o espermatozoides. Generalmente la vida de estas medusas
es corta y tras la reproducción suelen morir. Del huevo fecundado
surge la larva plánula, iniciándose de nuevo el ciclo
biológico. La mayoría de los pólipos crece
sobre todo tipo de sustratos duros, mientras que las medusas forman
parte del plancton. Son carnívoros, aunque algunas especies
se alimentan de microalgas o incluso pueden presentar microalgas
simbiontes, como muchos corales. Sus presas preferidas son pequeños
crustáceos u otros invertebrados y larvas de animales de
mayor tamaño. Su importancia ecológica, sobre todo
en la cadena alimenticia, tanto del pólipo costero como de
la medusa planctónica, es enorme. Los enemigos de las colonias
de pólipos son, sobre todo, gasterópodos como los
bellos nudibranquios. También limita su crecimiento la competencia
por el espacio con algas u otros invertebrados sésiles. Además,
las medusas pueden ser devoradas por hidromedusas grandes, escifomedusas
y ctenóforos. Aunque existen especies de gran tamaño
como la carabela portuguesa, el animal más venenoso del Mediterráneo,
en general tanto las medusas como los pólipos bentónicos
suelen ser de pequeño tamaño.
La
eterna juventud
Pero los científicos han descubierto que la Turritopsis dohrnii
es diferente. No se sabe si es un organismo destinado a no morir
nunca ya que por ahora los científicos no han visto fallecer
de forma natural a ningún individuo de esta especie. Su ciclo
biológico es similar al del resto de los hidrozoos, con una
larva plánula y una fase pólipo y otra fase medusoide.
Pero cuando la medusa se enfrenta a un estrés, ésta
es capaz de regenerarse y volver a la juventud, es decir, a su fase
pólipo, no muriendo nunca. Así cuando la medusa sufre
estrés debido a la falta de alimento o a las malas condiciones
ambientales, como temperatura o salinidad, o incluso frente a la
senescencia, es decir, cuando tras la reproducción sexual
la medusa debería morir, ésta se hunde, se transforma
y se pega al fondo, formando un ciste del que surgirá un
pólipo. Para ello necesita células de la exumbrela
y del sistema gastrovascular de la medusa. Este pequeño “milagro”
lo consigue mediante un fenómeno denominado transdiferenciación,
es decir, un proceso de cambio de un tipo celular a otro tipo celular
con forma y funciones diferentes, fenómeno que ocurre en
células madre en los embriones, pero que es mucho más
raro en adultos y en células ya diferenciadas. Pero para
esta especie de hidrozoo es un proceso común en su ciclo
vital. Este proceso también se ha observado en otro tipo
de hidrozoos, pero siempre en medusas jóvenes, inmaduras,
nunca en medusas que ya habían llegado a la madurez sexual,
momento en el cual las células de la medusa son ya muy diferentes
al tipo de células que forman los pólipos. Por ello
se debería asumir que la muerte natural no ocurre en Turritopsis
dohrnii ya que su medusa puede transformarse en pólipo como
respuesta a condiciones adversas, incluso la senescencia.
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Polizones, colonizadoras y transformistas
Los
investigadores Migglietta y Lessios de la Universidad de Pensilvania
(EEUU) han realizado estudios genéticos sobre individuos
de Turritopsis dohrnii encontrados a lo largo del planeta y sus
descubrimientos les han llenado de asombro. A pesar de ser un
hidrozoo de origen caribeño, se han encontrado individuos
por todo el planeta. En principio se estudiaron especímenes
procedentes de Panamá (costas del Atlántico y del
Pacífico), Florida y Massachusetts en EEUU, Mallorca, Andalucía,
Italia, Japón, Nueva Zelanda y Australia y observaron que
sólo se diferenciaban un 0.31% de sus pares de bases. Una
diferencia genética que sólo puede indicar una rápida
y reciente invasión de esta especie por todo el planeta,
nunca debido a causas naturales como la expansión de su
medusa planctónica por las corrientes oceánicas.
La explicación de esta rápida invasión debe
buscarse en su atípico ciclo biológico. Los científicos
responsables de este estudio sospechan que cuando los barcos que
viajan medio vacíos toman agua en sus tanques para compensar
el peso de su falta de carga, atrapan a su vez estas medusas.
Éstas, al encontrarse en condiciones adversas, van al fondo
de los tanques formando pólipos en ellos, que son descargados
en puntos lejanos al Caribe, en los puertos de destino, invadiendo
estos nuevos ecosistemas. Pero esta invasión ha pasado
tan desapercibido debido a la gran variación morfológica
observada en las medusas de esta especie. Parece que se adaptan
a las diferentes condiciones ambientales, principalmente a las
diferentes temperaturas, variando su morfología, con lo
que solamente estudios genéticos han podido demostrar que
se trata de la misma especie, Turritopsis dohrnii. Así
por ejemplo esta medusa posee 8 tentáculos en la especies
recogidas en las costas atlánticas de Panamá, en
el Mediterráneo presentan entre 12 y 24 tentáculos,
siendo más parecidas a las encontradas en Japón,
con 14-24 tentáculos. El caso del hidrozoo Turritopsis
dohrnii ha encendido todas las alarmas del mundo científico,
ya que es una especie que parece no morir nunca, que se está
extendiendo rápidamente por todo el planeta y que aunque
por el momento no está alterando los ecosistemas que ya
ha invadido no se sabe si en un futuro no muy lejano y debido
al frágil estado de los mismos podrían alterarlos.
Además esta invasión ha sido muy silenciosa y esta
medusa caribeña ha podido ser encontrada por todo el planeta
antes de que el ser humano se haya dado cuenta de lo que ocurría.
¿Cuántas especies más se están extendiendo
tan silenciosamente por todo el planeta, y cuales será
las consecuencias que tendremos que pagar en un futuro no muy
lejano?
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