El color es un de los medios que utilizan los peces para comunicarse. El espectacular colorido de los peces del arrecife se ha mantenido a penas sin cambios al menos durante los últimos 50 millones de años. Eso ha sido comprobado por los científicos gracias a los fósiles encontrados en Monte Bolca, al norte de Italia. Los depósitos ahí hallados son los más importantes del mundo tanto en calidad como en cantidad. Su calidad es tan alta que se puede apreciar claramente detalles de su estructura, lo que facilita su comparación con especies vivas en la actualidad. En el Eoceno temprano no sólo las comunidades de peces de arrecife eran muy similares a las actuales sino que los peces habían alcanzado un nivel evolutivo muy similar al actual. Así ha sido posible comprobar que ya hace unos 50 M años los peces presentaban un colorido con bandas y manchas seguramente tan vistosas como en la actualidad. Por lo que si han permanecido así durante tantos años indica que éste es un lenguaje muy útil y de gran éxito evolutivo.

Una mirada diferente
Se han realizado muchos intentos de comprender el colorido de los peces de coral, uno de los ecosistemas más coloridos y vistosos del mundo. Pero para ello es necesario comprender el sistema visual de aquellos para el cual este lenguaje está destinado, los peces, ya que generalmente su comportamiento depende de su visión. Los ojos de los peces varían si se les compara con los de los mamíferos. El cristalino de los peces es grande, esférico y rígido, así el enfoque no se produce por una mayor o menor apertura de la pupila y por el abombamiento del cristalino, como ocurre en los mamíferos, sino por un mayor o menor acercamiento del cristalino a la retina gracias a un músculo denominado retractor. No poseen párpados y su iris normalmente no se puede contraer, por lo que no se pueden adaptar rápidamente a los distintos niveles de iluminación, utilizando los fotorreceptores para esa función. Los fotorreceptores, que se encuentran en la retina, son los conos (para condiciones de luz intensa) y los bastoncillos (para poca iluminación). Durante el día, los bastoncillos tienden a desplazarse al interior de la retina, donde quedan protegidos de la luz intensa; cuando la iluminación decae, su posición se invierte, quedando éstos en la superficie. Ese proceso no es muy rápido, pudiendo tardar entre dos y tres horas. Aún así, el proceso comienza a invertirse por sí mismo unas horas antes del alba. Estos fotorreceptores reciben la luz y la transforman en impulsos nerviosos que llegan hasta el cerebro donde son interpretados. Los peces poseen diferentes tipos de fotorreceptores en los conos de su retina que les permite captar los diferentes rangos de color. Pero mientras los humanos poseen tres fotorreceptores diferentes (para el rojo, el azul y el verde) los peces poseen más. Los especialistas creen que pueden llegar a tener desde cuatro hasta doce fotorreceptores, por lo que la apreciación del color por parte de los peces debe ser muy diferente a la de los seres humanos. Por ejemplo, muchos de los peces del arrecife son capaces de captar la luz UV, lo cual es muy importante en aquellos peces que se alimentan de plancton que habita en la columna del agua. Pero en general los pigmentos de los conos en los peces del arrecife tienden a ser más sensibles a la zona del verde y del amarillo del espectro, es decir, a longitudes de onda que penetra más profundamente en las aguas.

Camuflaje y señas de identidad
El colorido de los peces se debe a la existencia de dos tipos de células pigmentarias en su piel, los cromatóforos y las células refractoras o iridocitos. Los cromatóforos son células con forma de estrella que contienen pigmentos y reciben diferentes nombres según su color. Así los eritróforos son de color naranja o rojo (contienen eritrina), los xantóforos son de color amarillo (contienen xantina) y los melanóforos son negros (contienen melanina). Los iridocitos contienen cristales de guanina, sustancia que les hace opacos y les permite reflejar la luz de tal manera que producen un colorido blanco o plateado. Los iridocitos se encuentran en la piel bajo las escamas y son las responsables de la aparición de iridiscencias y de su color blanquecino y gris metalizado. La intensidad de los colores está determinada por la dispersión o concentración de los pigmentos contenidos en los cromatóforos. La combinación de estos pigmentos da lugar al espectacular colorido de muchos de los peces de arrecife.
Los arrecifes son uno de los lugares más coloridos del Planeta. Pero ¿por qué? Se piensa que los patrones de color de los peces del arrecife sirven para esconderse de los predadores, para mimetizarse con el entorno y capturar a sus presas, como aviso a los demás habitantes del arrecife, para asustarlos o para identificar a individuos de la misma especie. También juegan un papel importante en la reproducción, ya que hembras de muchas especies eligen al macho más colorido, porque indica que posee buena salud. El colorido es muy importante en la comunicación entre las diferentes especies de peces (comunicación interespecífica) y con individuos de la misma especie (comunicación intraespecífica). Así por ejemplo, el colorido del pez león, rojo y con líneas verticales, indican a los demás que son venenosos; otras veces indican al resto de los peces que realizan una labor importante, como el caso de los peces limpiadores, que tiende a ser azules y poseer líneas horizontales, cuyo color azul posee un componente de longitud de onda largo invisible a nuestros ojos pero que los hace inconfundibles a los ojos de sus “clientes”. Por otra parte, las damiselas, que a nuestros ojos son negros y blancos a bandas, poseen manchas UV invisibles al ser humano, pero muy importantes en la comunicación con individuos de su propia especie ya que parece que funciona como una alarma que avisa al resto de la llegada de predadores.

Colores sexy
Para atraer a sexo contrario es importante poseer un gran colorido. En las aguas transparentes de los arrecifes, son el color azul y el amarillo los más visibles, por ello muchos peces poseen ese colorido, que es visible a gran distancia. A veces los peces se sitúan directamente debajo de la luz solar para impresionar a sus rivales o atraer a las hembras, mientras que en otras ocasiones se esconden entre los corales para escapar de sus enemigos. Así las bandas, manchas y brillantes colores que presentan muchos peces en el arrecife les sirven para esconderse entre los corales, para romper el contorno del pez y confundir a los predadores. Además para el sistema de visión de los peces, el amarillo y el azul son los colores perfectos para camuflarse entre los coloridos corales del fondo. En el caso de los peces mariposas, éstos poseen manchas negras en la cola similar a los ojos, los cuales suelen estar disimulados con bandas negras, con lo cual confunden a los depredadores que atacan este ocelo y no al verdadero ojo, permitiendo al pez mariposa huir. Otros peces, como el fredi lunar (Thalassoma lunare) que posee colores como el rosa y el púrpura, colores complementarios, o como muchos labroides que poseen un gran colorido para nuestros ojos, a una distancia inferior a 5 metros este contraste de colores desaparece a los ojos de otros peces volviéndose azulada y camuflándose perfectamente con el fondo azul de las aguas. En otras ocasiones los predadores se camuflan perfectamente con el entorno, e incluso pueden variar su colorido para adaptar el color de los corales y rocas de su alrededor, como sucede en el caso de los peces sapo (Antenarious). Pero otras veces no se sabe realmente el porqué de estos cambios de color, como en el caso del pez ballesta Picasso, que puede cambiar de color en menos de un segundo, u otras especies que cambian su color a lo largo de su desarrollo, como sucede en muchos peces ángel. Pero por ahora y a pesar de los muchos esfuerzos realizados para comprenderla todavía se tiene solamente una visión fragmentaria acerca de su significado, aún existen muchos misterios en el colorido de los peces, aún queda mucho por descifrar de la compleja, secreta y colorida lengua de los peces.