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BIOLOGIA
La juventud del tiburón limón

Texto: Mª Victoria Bengoa


Los tiburones recién nacidos tienden a refugiarse en zona costeras, aguas protegidas de predadores de gran tamaño y con gran cantidad de alimento que van a servir a estos pequeños para crecer. Las crías del tiburón limón o galano (Negaprion brevirosris) en particular suelen residir entre las raíces de los manglares de las islas y costas caribeñas. La vida de este tiburón ha sido muy estudiada tanto en su época infantil como en su época adulta, cuando habita los grandes océanos y donde se reproducen. Pero poco se sabe de su juventud, momentos en el que sin estar maduros sexualmente alcanzan el tamaño de sus progenitores. Ahora unos científicos del Institute of Ocean Conservation Science de la Universidad de Stony Brook, de la Universidad de Miami y del Field Museum de Chicago entre otros han descubierto que estos predadores del mañana permanecen en la costa durante varios años antes de lanzarse a aguas más profundas. Esto, aunque parezca de escasa importancia, es primordial a la hora de estudiar la protección y conservación de estos animales, en gran peligro en estos momentos.

 

Los tiburones pertenecen a la clase taxonómica de los Chondrichthyes, que incluyen a los Elasmobranchii o tiburones, rayas y especies afines y los Holocephali o quimeras. Los primeros fósiles de estos animales, principalmente dientes, datan del periodo Silúrico, hace 420 millones de años. A pesar de sus altibajos a lo largo de la evolución, el hecho de que los tiburones no hayan evolucionado ni variado mucho en los últimos 150 millones de años demuestra que su diseño es casi perfecto. Poseen un cuerpo hidrodinámico que les permite alcanzar grandes velocidades. Su cuerpo está protegido por pequeñas escamas en forma de dientes denominadas escamas placoideas que son esenciales para proporcionarles hidrodinamismo. Se caracterizan por presentar un esqueleto cartilaginoso, blando y flexible, que les confiere gran fuerza y movilidad sin conferirles demasiado peso. No poseen vejiga natatoria, como ocurre en los peces óseos, pero presentan un hígado con gran cantidad de aceites que facilitan su flotabilidad. Sus grandes cerebros y sus sistemas sensoriales muy desarrollados les facilita su vida en el medio marino. Su olfato, muy sensible, les permite captar olores a grandes distancias. Su vista es extraordinaria, ven a gran distancia, pudiendo ver también con luz escasa, como al anochecer o al amanecer. Su sentido del oído está adaptado sobre todo a bajas frecuencias, las emitidas por animales heridos, pudiendo captarlos a grandes distancias. Pero su sentido más sorprendente son las ampollas de Lorenzini, receptores diseminados por la cabeza y el hocico del tiburón que les permite la electrolocalización, pudiendo detectar tanto campos magnéticos como los generados por los latidos del corazón o por los movimientos de los músculos como el campo magnético terrestre, lo que les ayuda en sus migraciones.

Donde habita y su reproducción

El tiburón limón o galeno en particular es un tiburón que habita las aguas tropicales y subtropicales del Atlántico americano, tanto norte como sur. También hay poblaciones de estos animales en el Atlántico oriental y en las costas del Pacífico americano. Suelen alanzar los 3 m de longitud. Son vivíparos, es decir, el saco vitelino del huevo se transforma en una especie de placenta con un cordón que conecta la hembra con los crías, de manera similar a lo que ocurre con los mamíferos, alumbrando crías totalmente funcionales. La cópula suele ocurrir en aguas superficiales y tras 10-12 meses de gestación las hembras paren entre 4 a 17 crías de unos 60-65 cm cada dos años en las calidas aguas de los manglares. Allí permanecen las crías alimentándose y creciendo hasta 0,54 cm por año hasta alcanzar un tamaño adecuado para salir sin gran peligro hacia aguas más profundas. Normalmente alcanzan la madurez sexual a los 12-15 años con un tamaño de entre 1,5 a 2 m de longitud.

Alimentación
El tiburón galano se alimenta principalmente de peces óseos y crustáceos. Aunque se conocen ataques al ser humano, ninguno ha sido fatal. De gran importancia desde el punto de vista comercial y turístico sobre todo en las costas del Caribe, donde muchas islas han visto su desarrollo turístico unido a la pesca de este tiburón. Aunque los tiburones se enfrentan a gran número de peligros, el mayor de ellos es a la sobrepesca descontrolada debido a sus aletas, que pueden alcanzar un precio superior a los 1000 $ por kilo. Por ello las poblaciones del tiburón galano están descendiendo drásticamente tanto en la costa atlántica como en la pacífica americana y aunque todavía no esta considerada como en grave peligro, ha sido catalogada como “cerca de la amenaza”.

Parte alta de la cadena alimenticia
En general los tiburones son depredadores que ocupan la parte alta de la cadena alimenticia, siendo por ello crucial en los ecosistemas. Habitualmente eliminan a los individuos enfermos y débiles del ecosistema, garantizando el equilibrio del mismo. Su desaparición provocaría un desequilibrio total del ecosistema llegando a tener consecuencias imprevisibles. Por ejemplo la desaparición de los tiburones tigre de Hawai provocó la desaparición de la pesquerías de atunes, ya que aumentó el número de aves marinas, depredador de túnidos. Su disminución en las costas del Caribe provocó la casi destrucción de los ecosistemas coralinos ya que al desaparecer los tiburones aumentaron las poblaciones de peces carnívoros que eliminaron los peces herbívoros con un incremento de las algas que impidieron el crecimiento coralino. Por ello los tiburones necesitan una protección que hasta ahora le ha sido negada debido a su mala fama. Así cualquier estudio sobre las poblaciones de los tiburones, bastante desconocidas en la actualidad, es de vital importancia.

De cría a adulto
Mientras que las crías del tiburón galano permanecen en aguas superficiales en las denominadas “guarderías”, generalmente manglares con gran cantidad de alimento, los adultos son muy móviles. Hasta el momento poco se sabía de su dispersión desde el momento en que los tiburones abandonan las guarderías a los 2-3 años de edad hasta que alcanzan la madurez sexual a los 12-15 años, años esenciales en la vida del tiburón galano a tener en cuenta para su protección. Un estudio reciente llevado a cabo por científicos americanos en la isla Bimini en el Caribe ha desvelado parte de este gran enigma. Este reciente estudio llevado a cabo sobre las poblaciones juveniles inmaduros del tiburón galano ha revelado que una vez abandonadas las zonas de “guardería” éstos permanecen mucho más tiempo del esperado en aguas costeras cercanas a las mismas. Se observó que más de la mitad de los individuos jóvenes capturados en aguas de Bimini habían nacido en ellas, lo que revela que la dispersión de estos animales hacia aguas profundas es lenta y gradual. La ausencia de un gran punto de inflexión entre el tamaño de los individuos y su probabilidad de haber nacido en aguas locales indica que no existe una migración súbita y masiva de estos tiburones hacia aguas profundas. Así este estudio pone en manifiesto que el aumento de la presión pesquera en estas aguas junto a la destrucción de las zonas de “guardería” como los manglares, conllevaría a una disminución drástica de las poblaciones de adultos del tiburón galano, ya que en estas aguas es donde se concentran la mayoría de los individuos jóvenes de 90-135 cm de longitud, y su desaparición conllevaría una lógica disminución del número de adultos. Por ello la simple protección de estos parajes convirtiéndolos en reservas marinas locales, protegería no solo a las crías sino a individuos de mayor tamaño, llegando a protegerlos más de la mitad de su vida, hasta que éstos maduran sexualmente y se dirijan hacia aguas profundas.

 

 
 
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