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ARQUEOLOGÍA |
Los
tres siglos de silencio del Maracaibo |
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El 15 de octubre de 1702 entró en la ría de Vigo el
mayor cargamento venido de América desde el descubrimiento.
Diecinueve galeones españoles, escoltados por veintitrés
barcos de guerra franceses, portaban ciento ocho millones de piezas
de oro, plata y otras mercancías preciosas destinadas a costear
la Guerra de Sucesión en favor de Felipe V. Retrasos burocráticos
permitieron la llegada de una flota de piratas anglo-holandeses
que, tras una feroz batalla, se llevaron unos cuarenta millones
de piezas. El resto permanece, hoy, en el fondo de la ría
viguesa.
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Puede ser, de confirmarse plenamente, la noticia arqueológica
del año no en Vigo ni en Galicia, ni siquiera en España,
sino incluso en todo el mundo. Un novelista, Pedro Terrón,
autor de ‘La llave del amanecer’, y un grupo de buzos
y cazatesoros, aseguran haber localizado ‘sin ninguna duda’,
los restos del mítico galeón ‘Santo Cristo de
Maracaibo’, hundido cuando era arrastrado por los ingleses
tras la Batalla de Rande, en octubre de 1702, supuestamente cargado
con parte del no menos legendario tesoro de la Flota de la Plata.
El más buscado
Muchos han sido los que lo han buscado (el último, Enrique
Lechuga, en dos ocasiones, la primera en una expedición de
la Sociedad Estatal del Descubrimiento) pero ninguno ha sido capaz
de mostrar una evidencia del hallazgo. Hasta ahora, en que este
grupo ha convocado a la prensa en Madrid para dar cuenta de lo que
consideran ‘una noticia de interés mundial, un auténtico
bombazo informativo’. Al parecer fue un buzo el que dio con
el pecio, que estaría donde indican los documentos: cerca
de las Cíes, a unos 50 metros de profundidad y en buen estado
de conservación, lo que de confirmarse abriría la
puerta a un rescate espectacular. A bordo, según las mismas
fuentes, habrían al menos 900 kilos en metales, quizá
la plata que se llevaban los ingleses. Lo cierto es que todo está
envuelto en el misterio y nada está claro. Javier Luaces,
el arqueólogo que quizá más sabe sobre los
galeones de Rande, no quiere opinar hasta conocer en qué
consiste el hallazgo, y reconoce que la zona descrita podría
ser el lugar del naufragio, aunque también se han propuesto
otras más allá de Cíes.
Una película
En cuanto a los metales detectados, indica que en esa parte de las
islas hay constancia de varios hundimientos y de la existencia,
todavía hoy, de piezas de cañón y partes de
distintos barcos. Sin embargo, los supuestos descubridores del histórico
navío no tienen dudas e incluso anuncian que hay contactos
para una película de alto presupuesto con el ‘Maracaibo’
de fondo. Están convencidos de que esta vez sí, el
escurrido galeón ha sido descubierto después de más
de tres siglos oculto bajo las aguas de la Ría de Vigo. ‘Es
el pecio más buscado de todos los tiempos’, indican
en la presentación de su hallazgo ante los medios de comunicación.
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Si entre los galeones hundidos de Vigo hay uno especial, ese es
el Santo Cristo de Maracaibo. Sus bodegas guardaban una carga
valorada en un millón de libras y su particular odisea
ha impedido que, por el momento, sea hallado. El barco fue apresado
por el Montmouth, navío inglés de tercera categoría,
dos puentes y sesenta y seis cañones, mandado por el capitán
John Baker. Junto a él, navegaban los tenientes Samuel
Gilman, Gaspar Pynter y Henry Roch, el pastor Aylos Silas y trescientos
ochenta y cuatro hombres. Baker logró romper la estacada,
apresó el Santo Cristo de Maracaibo y lo arrastró
rápidamente, sin que los españoles pudieran hundirlo.
Con la nave en su poder, el capitán inglés hizo
un inventario oficial, selló las puertas de los depósitos
y, el 5 de noviembre, partió hacia Gran Bretaña,
mas perdió su tesoro al sur de las Cíes. Según
John Baker, que, por esta causa, sufrió consejo de guerra,
"saliendo del puerto de Vigo, el galeón chocó
contra una roca y se despanzurró de tal forma que el agua
penetró hasta el puente inferior". ¿Qué
ocurrió? Para unos, el Maracaibo chocó contra el
arrecife de los Castros, pero, ahí, hay más de treinta
y cinco metros de profundidad. Para otros, el galeón, de
cinco metros y medio de calado, naufragó a las once de
la mañana, es decir, cuando descendía la marea y
los arrecifes al sur de Cíes tienen las siguientes profundidades:
Castros, 9,50 m.; Gabotos, 6,30 m.; Forcados, a superficie; Cruz
de Almena, 14,60 m.; Barrosa, 14,30 m.; Pez de Piedra Muerta,
a superficie: Carrumeiros, 5 m. Según la travesía
del Montmouth, sólo el último pudo tocar el galeón,
que no se hundió inmediatamente (se salvó la tripulación
y se sacaron mercaderías) y debió derivar a causa
de la marea. Del Maracaibo se sacaron muchas cosas: cajas de cochinilla
y tabaco, piezas de sederías, fuentes con bandejas, platos,
cucharas grandes y pequeñas, tenedores, candelabros, una
torta de plata de siete libras de peso, sacos de dólares,
objetos de plata, vestidos de niño, chalecos de hombre,
abanicos, fardos de indigo… Pero todo estaba en la parte
alta del galeón, de modo que la mayor parte de las riquezas
se encuentran, aún, en el fondo del mar.
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Los
expertos niegan el hallazgo
El supuesto hallazgo del pecio del mítico
galeón de Rande ‘Santo Cristo de Maracaibo’, anunciado
por un grupo integrado por buzos, investigadores y aventureros, entre
ellos David Moraleja, imputado por otro hallazgo de arqueología
submarina, parece haber puesto de acuerdo a los expertos: Todos consideran
que no es posible que se haya dado con el barco hundido hace 300 años,
pero consideran que se trata de una oportunidad para recuperar la propuesta
de crear un museo específico sobre la Batalla de Rande. Lógicamente,
tendría que estar en Vigo, en el Museo del Mar de Galicia, ahora
sin apenas contenido. También consideran que habría que
hacer una réplica. Así opinan Enrique Lechuga (director
de la Fundación del Mar y coordinador de la expedición sobre
Rande de 1992), Yago Abilleira (buzo, arqueólogo, autor de ‘Los
galeones de Vigo’) y Javier Luaces, (arqueólogo, dirrector
de la última expedición geofísica de investigacíon
en Rande). Enrique Lechuga se mostraba muy contundente. Estuvo en la rueda
de prensa de Madrid donde se presentó en supuesto hallazgo: “No
soy un gran experto sino el coordinador de un gran equipo. Por supuesto,
estoy totalmente convencido de que (el equipo de Moraleja y Luis Valera)
ha encontrado algo a escasa profundidad, pero en absoluto han aportado
ningún elemento que lo pruebe. Esa es la opinión más
favorable. La menos favorable es que es un montaje publicitario para un
novelista que lo ha hecho muy bien, y que además hará una
buena novela sobre este tema, una novela histórica. Me parece muy
bonito, le felicité, y dijo incluso que se piensa en una gran producción
de cine con Antonio Banderas, que me parece muy interesante. Pero nada
serio desde el punto de vista de la arqueología”. Según
sus cálculos, basados en el trabajo del equipo que coordina, el
‘Maracaibo’ en efecto se hundió, y hay testimonios
fehacientes de la flota inglesa “pero está en alta mar, lejos
de Cíes”. ¿Qué encontraron entonces: “Cualquier
cosa, quizá un conglomerado de rocas que con un eco sonda ha sacado
una imagen. Podría ser también un barco, pero eso no lleva
a nada, en la costa gallega hay miles de naufragios”, explica. En
su opinión, no cabe la extracción de galeones de Rande:
“Es imposible por cara, porque lo que queda es un conglomerado de
restos. Si se añade la complejidad de la zona, todo dicho”.
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