
Suelen
considerarse peces para principiantes ya que la mayoría
de ellos son resistentes y fáciles de mantener. Sin embargo,
con algunas excepciones, no suele ser recomendable mantener más
de un miembro de cada especie, a menos que sea un tanque muy grande
donde los cardúmenes puedan mantenerse juntos. Es una especie
excesivamente territorial, no obstante si queremos mantener más
de un miembro de esta especie en nuestro acuario es muy recomendable
comprarlos en la misma tienda si se encuentran juntos en el mismo
acuario. Si llevas a tu acuario un ejemplar teniendo ya uno, casi
seguro que este ultimo tendrá problemas.
Los peces payasos son aconsejables como compañeros de otros
peces marinos. Sus hábitos pacíficos los hacen indicados
para convivir con especies delicadas, de costumbres retraídas
o tímidas. Existen muchas especies disponibles, algunas
de estas son: Amphiprion akallopisos (payaso zorrillo), A. clarkii
(payaso clarki), A. frenatus (payaso tomate), A. melanopus (payaso
canela), A. ocellaris (Falso percula) entre otros.
Los peces payasos han desarrollado una mucosa protectora que elimina
el estímulo químico en la actinia de tal forma que
incluso la actinia no detecta al pez y no se cierra aunque éste
se introduzca entre sus tentáculos. Los peces payasos se
acercarán a las actinias y comenzarán a introducir
su cabeza entre los tentáculos como si de actinias tropicales
se tratará. Su comportamiento llega a ser el normal incluso
con actinias pequeñas. Los payasos se dedican a juguetear
entre los tentáculos de las anémonas, mientras recortan
un poco los brotes tiernos de las algas Caulerpa o mordisquean
alguna protuberancia de la decoración, donde encuentran
microorganismos apetecibles para ellos.
El cuidado que prodigan a sus anémonas o actinias es realmente
meticuloso. Siempre están vigilantes en mantener limpio
el tronco de la anémona. Las anémonas, sobre todo
en cautividad donde los niveles de sustancias no deseables aumentan
demasiado en el agua, suelen producir una mucosa que se solidifica
en contacto con el agua formando una especie de telilla. Cuando
esta telilla es muy abundante puede llegar a perjudicar la estructura
corporal del invertebrado, llegando a ocasionar ulceraciones y
erosiones dérmicas muy peligrosas. Los peces payasos eliminan
esta mucosa casi en cuanto la perciben sin dejar que se forme.
Normalmente disfrutan introduciendo su cabeza y parte del cuerpo
dentro de la anémona. Se frotan contra los tentáculos
de forma suave o enérgica dependiendo de su estado de ánimo,
y están siempre eliminando cualquier resto que encuentren
en el interior del invertebrado. Cuando la anémona se cierra
un poco impulsan agua por su boca como si soplaran
para apartar los tentáculos que les impidan llegar a la
zona deseada de ésta. Los peces payaso son unos de los
peces de acuarios marinos tropicales más fáciles
de criar. A diferencia de muchos de los otros peces marinos tropicales,
el pez payaso cría regularmente en un acuario marino. Además,
el pez payaso tiene huevas relativamente grandes y las larvas
hacen que criarlas sea una tarea algo más fácil
por el hecho de que son capaces de comer fácilmente alimentos
cultivados.