El
pasado 22 de mayo tuvo lugar en Bilbao la presentación del
estudio de viabilidad del Parque Submarino de Bizkaia
por parte del Diputado Foral de Empleo y Formación, Sabin
Arana, y el Director de la consultora Grupo Proyección, responsable
del informe. La iniciativa contempla el acondicionamiento y limpieza
de barcos varados y abandonados en la Ría del Nervión
para su posterior hundimiento controlado en un punto de la costa
vizcaína que cuenta con las condiciones idóneas para
la práctica del buceo recreativo.
Para ubicar el parque se ha escogido un área de medio kilómetro
cuadrado en el exterior del dique Punta Lucero, frente a la Playa
de La Arena de Muskiz, que cumple con todas las características
necesarias: está fuera de la ruta de aproximación
de buques, no hay actividad pesquera, no se modificará el
comportamiento de las corrientes existentes, y son fondos de arena
con -28 m. de profundidad máxima y un biotopo pobre y escaso,
por lo que el impacto ambiental será mínimo. Los barcos
se someterán a un riguroso acondicionamiento consistente
en la limpieza de todo el equipo de propulsión, eléctrico,
vidrios, partes móviles, pinturas anti-incrustantes y demás
sustancias contaminantes. 
Los siete barcos escogidos suponen un problema de mantenimiento
y costos a la Autoridad Portuaria. La mayor parte de ellos proceden
de la quiebra de navieras y su destino no es otro que el desguace.
El mercante Biga de 83 m. de eslora, el ganguil Suances de 58 m.,
el chupón Pedro María de 42 m., y los remolcadores
Chevy de 22m, Mari de 17,5 m., Nieves de 17,5 m y Juanito de 23
m, serán los encargados de formar el arrecife artificial
que habrá de transformarse en una inmersión atractiva
para muchos buceadores por la posibilidad de bucear en pecios llenos
de fauna y flora. Se espera que la creación del Parque Submarino
disminuya la presión turística sobre formaciones naturales,
incremente las actividades turísticas y pesqueras y, consecuentemente,
sea un foco de creación de nuevos empleos. La cercanía
del Bilbao metropolitano será un aliciente más para
los buceadores.
Precedentes
En Palamós, un antiguo remolcador de la marina alemana de
la II Guerra Mundial, el Boreas, fue capturado con un cargamento
de droga en octubre de 1985, permaneciendo amarrado durante tres
años en estado de abandono. A iniciativa del centro de Buceo
Nautilus, el barco fue hundido el 25 enero de 1989. Siete meses
después la vida bullía alrededor del Boreas: algas
por doquier, un congrio de unos ocho kilos en la sala de máquinas,
bancos de pescado entre dos aguas, sargos y escórporas por
las cubiertas... En Tarragona, la Sociedad de Exploraciones Submarinas
puso en marcha el Parque Subacuático en torno a la Dragonera,
un carguero de 65 metros. El año pasado este pecio, hundido
intencionadamente, registró 3.000 visitas. Los dragaminas
Turia, Ulla y Nalón, fueron cedidos por la Armada Española
para usarlos como arrecifes artificiales. A tal fin fueron acondicionados
y hundidos por la propia Armada en 1999. Ahora yacen frente a la
costa murciana.
El ejemplo del Tibbets
En 1986, Jean Michel Cousteau efectuó el hundimiento controlado
del Captain Tibbets en las Islas Cayman, actualmente colonizado
abundantemente por la vida submarina y visitado diariamente por
un centenar de buceadores. Jean Michel Cousteau, durante una conferencia
que ofreció en Bilbao en febrero de este año, afirmó
que la primera consecuencia de estas cien inmersiones diarias
es que hay cien personas menos que bucean en los arrecifes naturales,
frágiles y escasos ecosistemas presentes en las Cayman. La
otra es que si hacemos un cálculo de 200 euros diarios de
gasto por cada buceador que baja al Captain Tibbets en concepto
de barco, botellas, recuerdos, consumiciones, alojamiento, ...nos
encontramos con unos ingresos en la isla del orden de 7.000.000¤
anuales sólo por ese barco y desde 1997.
Pero no es el único caso. El Spiegel Grove es el mayor pecio
del mundo intencionalmente hundido para la práctica del buceo.
Se trata de un transporte de tropas de la U.S. Navy que prestó
sus servicios entre 1956 y 1988, trás su hundimiento, los
promotores del proyecto esperan atraer a 50.000 buceadores anuales
más a los Cayos de Florida, suponiendo un impacto económico
de 15.000.000 euros. En Scapa Flow, Escocia, descansan los buques
de guerra Kronprinz, Wilhem, Köning y Markgraf. Algunos cálculos
hablan de cinco mil inmersiones anuales a pesar de las malas condiciones
de temperatura -de 7,5º C. en febrero a 18º C. en agosto-
y accesos -vía ferry desde la costa o vuelos regionales y
escasos desde Edimburgo y Aberdeen-. Estos datos pueden dar una
idea de la demanda de buceo en pecios que existe en Europa.
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